Mateo 2:13-23
Reina-Valera 1995
La huida a Egipto
13 Después que partieron ellos, un ángel del Señor apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Permanece allá hasta que yo te diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.»
14 Entonces él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. 15 Estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: «De Egipto llamé a mi Hijo.»
Matanza de los niños
16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los sabios, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo indicado por los sabios. 17 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
18 «Voz fue oída en Ramá,
grande lamentación, lloro y gemido;
Raquel que llora a sus hijos
y no quiso ser consolada, porque perecieron.»
El regreso de Egipto
19 Pero después que murió Herodes, un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, 20 y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.»
21 Entonces él se levantó, tomó al niño y a su madre, y se fue a tierra de Israel. 22 Pero cuando oyó que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá. Y avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea 23 y se estableció en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.
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Isaías 63:7-9
Reina-Valera 1995
Bondad de Jehová para con Israel
7 De las misericordias de Jehová haré memoria,
de las alabanzas de Jehová
conforme a todo lo que Jehová nos ha dado,
y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel,
que les ha hecho según sus misericordias
y según la abundancia de sus piedades.
8 Porque él me dijo: «Ciertamente, mi pueblo son,
hijos que no mienten.»
Y fue su salvador.
9 En toda angustia de ellos él fue angustiado,
y el ángel de su faz los salvó;
en su amor y en su clemencia los redimió,
los trajo y los levantó
todos los días de la antigüedad.
Salmos 148
Reina-Valera 1995
Exhortación a la creación, para que alabe a Jehová
¡Aleluya!
148 Alabad a Jehová desde los cielos;
alabadlo en las alturas.
2 Alabadlo, vosotros todos sus ángeles;
alabadlo, vosotros todos sus ejércitos.
3 Alabadlo, sol y luna;
alabadlo, todas vosotras, lucientes estrellas.
4 Alabadlo, cielos de los cielos
y las aguas que están sobre los cielos.
5 Alaben el nombre de Jehová,
porque él mandó, y fueron creados.
6 Los hizo ser eternamente y para siempre;
les puso ley que no será quebrantada.
7 Alabad a Jehová desde la tierra,
los monstruos marinos y todos los abismos,
8 el fuego y el granizo, la nieve y el vapor,
y el viento de tempestad que ejecuta su palabra;
9 los montes y todos los collados,
el árbol de fruto y todos los cedros;
10 la bestia y todo animal,
reptiles y volátiles.
11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos,
los príncipes y todos los jueces de la tierra;
12 los jóvenes y también las doncellas,
los ancianos y los niños.
13 Alaben el nombre de Jehová,
porque sólo su nombre es enaltecido.
Su gloria es sobre tierra y cielos.
14 Él ha exaltado el poderío de su pueblo;
¡alábenlo todos sus santos, los hijos de Israel,
el pueblo a él cercano!
¡Aleluya!
Hebreos 2:10-18
Reina-Valera 1995
10 Convenía a aquel por cuya causa existen todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten que, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de las aflicciones al autor de la salvación de ellos, 11 porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo:
«Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
en medio de la congregación te alabaré.»
13 Y otra vez dice:
«Yo confiaré en él.»
Y de nuevo:
«Aquí estoy yo con los hijos que Dios me dio.»
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16 Ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
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